Cuando tu perro o gato tienen un problema de salud, el veterinario utiliza diferentes técnicas para averiguar cuál es el origen del problema. Cambios en la temperatura corporal, peso, apetito y en los niveles de energía pueden indicar un problema que requiera más atención. La sensibilidad en determinadas áreas del cuerpo o la resistencia a cargar peso en las extremidades pueden indicar un problema imperceptible a simple vista. En estos casos, el veterinario puede recomendar una o más pruebas que pueden proporcionar información sobre qué puede estar ocurriendo. En algunos casos, es posible que ni siquiera se sospeche que el animal padece una lesión, pero una prueba permitirá identificar un problema incipiente, que se puede tratar antes de que se convierta en una lesión más grave.
Estas pruebas son herramientas importantes que pueden ayudar al veterinario a mantener sanos a los animales de compañía durante toda su vida.
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