¿Qué es la endoscopia?
La Endoscopia, es un procedimiento en el que nuestros veterinarios de Hospital Veterinario NA en Jerez de la Frontera introducen un tubo que incorpora una cámara y una fuente de luz a través de los orificios naturales del organismo, tales como las vías respiratorias o el tracto intestinal, o bien mediante incisiones quirúrgicas en, por ejemplo, la cavidad abdominal o una articulación, para observar cavidades internas del cuerpo. Puede también incorporar instrumental para llevar a cabo tomas de muestras o intervenciones quirúrgicas con mínima invasión al mismo tiempo (cauterización de tejidos, extirpación de quistes, pólipos o tumores…).
La endoscopia requiere anestesia, por lo tanto, no produce dolor o trauma alguno para el paciente. Se puede utilizar para explorar la nariz, los oídos, el sistema digestivo, el sistema respiratorio, el sistema reproductivo y el sistema urinario.
¿Cuándo se considera realizar una endoscopia?
Se recomienda para entender la causa de los estornudos, vómitos, diarrea o problemas urinarios en las mascotas y se puede utilizar para extraer objetos de la nariz, los pulmones, el estómago o el esófago sin tener que practicar una dolorosa cirugía.
El tiempo de recuperación es inmediato, así que una vez realizada, la mascota puede reanudar su vida cotidiana enseguida.
¿Qué es la fluoroscopia?
La fluoroscopia es una técnica de diagnóstico por imagen que utiliza rayos X para crear imágenes en movimiento y en tiempo real del interior del cuerpo. A diferencia de una radiografía convencional, que es como una “fotografía fija”, la fluoroscopia es como un “video” de lo que está ocurriendo dentro del organismo.
Se utiliza un equipo de rayos X especializado, a menudo con un arco en C (que permite mover el generador de rayos X y el detector alrededor del paciente). Los rayos X atraviesan el cuerpo del animal y son captados por un detector que convierte la información en imágenes digitales que se muestran en un monitor.
¿Cuándo se considera realizar una fluoroscopia?
Se recomienda para evaluar cómo un animal traga (disfagia), el tránsito del alimento por el sistema digestivo, o para diagnosticar el colapso de la tráquea o los bronquios, ya que estas condiciones solo son evidentes al verlas en movimiento. Además, es indispensable para guiar procedimientos como la colocación exacta de implantes en cirugías ortopédicas, la extracción de cuerpos extraños sin necesidad de cirugía abierta, o la inserción precisa de catéteres y stents en sistemas tan delicados como el cardíaco, urinario o respiratorio.
